Las encías sanas no sangran a los estímulos y no se recogen espontáneamente

Si bien el sangrado de las encías con un estímulo como el cepillado o el uso de seda dental es una condición muy frecuente, eso no quiere decir que sea normal.

Una encía sana no sangra a estímulos higiénicos, ni al alimentarse, ni menos espontáneamente (durante la noche por ejemplo). El sangrado de las encías, incluso al examen periodontal (exploración profesional del surco que existe entre la encía y el diente), refleja inflamación del tejido gingival que la mayoría de las veces es provocada por la acumulación y maduración de la biopelícula bacteriana que se organiza, especialmente en la zona de unión encía-diente. Esta condición inflamatoria de la encía es reversible con un adecuado tratamiento, sin embargo, su persistencia y recurrencia aumenta el riesgo de pérdida del hueso por bajo la encía y de recogimiento del nivel de esta misma.

Por otro parte, el recogimiento de las encías o recesión gingival también puede experimentarse sin sangrado, por estímulos traumáticos dados por una fuerza, presión y/o roce excesivo al cepillado, para un biotipo gingival delgado.

Nuestros Odontólogos o Especialistas en Periodoncia pueden realizarse un diagnóstico precoz e identificar sus factores individuales de riesgo.