Implantología
También son conocidos como implantes dentales oseointegrados, ya que son tornillos de titanio diseñados para instalarse e integrarse en el hueso de los maxilares y, de esta forma, sustituir artificialmente la raíz de los dientes perdidos. El titanio es un metal que en sí mismo no provoca rechazo y además los implantes pueden tener tratamiento de superficie o ser recubiertos con sustancias que mejoran la íntima unión con el hueso y con la encía circundante.
El principal beneficio de este tratamiento, cuando es bien indicado y mantenido, es que es una solución fija, permanente y estable a largo plazo, para reemplazar una o más piezas dentales perdidas. Esto sin sobrecargar o intervenirlos dientes adyacentes.
Total confianza
Al permitir la instalación de prótesis fijas atornilladas o cementadas, los implantes permiten al paciente sentir mayor confianza al sonreír, masticar o comer, sin sentir que la prótesis se pueda salir.
Durabilidad de los implantes dentales
Según los estudios, el 90% de los implantes colocados hace diez años siguen siendo funcionales en la actualidad y más del 80% de ellos superan los 20 años de uso. Existen informes de casos en los que los implantes han durado más de 35 años, lo que demuestra su resistencia y eficacia.
Existen fundamentalmente dos causas de pérdida de implantes dentales ya óseointegrados y rehabilitados exitosamente. Éstas son:
• Inflamación crónica de los tejidos perimplantares (mucosa perimplantar y hueso) por placa bacteriana o biopelícula bacteriana.
• Sobrecarga de fuerza sobre el o los implantes con la masticación o por bruxismo.
Por lo tanto, toda rehabilitación sobre implantes y todo paciente debe estar en un programa de mantención que aborde adecuadamente la prevención de estos dos aspectos.